El grillito había pasado buena parte de la noche cantando y elevando sus notas musicales al viento. ¡Majestuoso concierto el que había dado!
Sin embargo, ya casi para amanecer, el sueño se había apoderado de él; así que se colocó bajo arbusto...bostezó: --huuuuuum---cerró sus ojitos y viajó al país de los sueños.
Así permaneció hasta que dos impertinentes gotas de rocío, que se delizaron juguetonas por una hoja, se atrevieron a interrumpir su descanso, golpeando su frente y corriendo por sus antenitas. ¡Vaya manera de despertar!
De repente sintió un cosquilleo que recorrío todo su cuerpo...y
(cantado)
Un grillito se mojó
con dos gotas de rocío,
y cantando estornudó:---"achís"
casi, casi me resfrío.
(En este momento, aprovechamos para explicarle a los niños la forma correcta de estornudar, en el ángulo interno del codo. Enseguida les pedimos que nos ayuden a estornudar como el grillo, en donde la canción lo sugiere).
El cuento lo continúan los niños. La canción la encontrarán en el reproductor musical de este blog.
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